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Las alianzas que impulsaron la victoria de Margarita Guerra: ganó en 23 de 30 municipios

  • Foto del escritor: en97 lactam
    en97 lactam
  • 24 nov
  • 2 Min. de lectura

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Tras expresar su satisfacción con los resultados de la jornada electoral de ayer, la nueva gobernadora, Margarita Guerra, agradeció uno por uno a los municipios que hicieron posible la continuidad del caicedismo en el gobierno departamental.


Y no es para menos.


Mientras que en el área metropolitana (Santa Marta, Ciénaga, Puebloviejo), Rafael Noya obtuvo la mayoría, en 23 de los 30 municipios Margarita Guerra logró imponerse.


Aunque el noyismo también triunfó en Remolino, Cerro de San Antonio, Nueva Granada y Pijiño, no le fue suficiente frente a los contundentes resultados alcanzados por Guerra en el resto de localidades, donde las alianzas con poderosos caciques políticos se reflejaron en las urnas.


Un ejemplo de ello fue la adhesión de Kelyn Gonzáles y, en consecuencia, de su esposo Rodrigo Roncallo (exparamilitar condenado), quienes juntos consolidan una enorme maquinaria política en municipios como Tenerife, Plato y Chibolo.


Para evidenciar este dominio, basta con revisar las cifras electorales.


En Tenerife, mientras Noya registró 333 votos, Guerra obtuvo 5.721. En Chibolo ocurrió algo similar, pues mientras el caicedismo alcanzó 5.879 votos, el exdiputado apenas logró 763.


Del mismo modo, Holmes Echeverría, congresista y esposo de la actual alcaldesa de Zona Bananera, Clareth Olaya, demostraron su influencia en este municipio, permitiendo que su candidata obtuviera 8.273 votos frente a los 3.601 que consiguió Noya.


En esa misma dirección, pese a los desencuentros públicos entre Caicedo y Eduardo Pulgar, la casa política del polémico excongresista del Atlántico —que posee un capital electoral superior a los 31.000 votos en Magdalena— fue decisiva para que Margarita Guerra consolidara victorias arrasadoras en las elecciones de ayer.

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En el municipio de El Banco, por ejemplo, se registraron resultados significativos: Guerra obtuvo 12.617 votos, mientras que Noya consiguió 3.178. En Plato, la diferencia fue de 14.027 frente a 1.369 votos a favor de la candidata apoyada por Carlos Caicedo.


De esta manera, las amplias ventajas en los municipios, alcanzadas gracias a respaldos que también incluyeron diputados y exdiputados con fuerte capital político (como Claudia Aaron y Linda Cabarcas), fueron claves para que hoy el caicedismo recupere algo de oxígeno tras una racha de errores y derrotas, como la pérdida de la Alcaldía de Santa Marta, la personería jurídica, la fidelidad de sus bases y la débil aspiración presidencial de Carlos Caicedo.

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