Los rivales de la presidenta de México denuncian irregularidades cuando utiliza un incidente de tocamientos indebidos
- en97 lactam
- 7 nov
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El acoso sexual a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en una calle del centro de la ciudad puso de manifiesto la violencia de género que sufren las mujeres a diario, pero la polarización política del país ha empañado lo que en otras circunstancias parecería un momento natural de solidaridad nacional, según analistas.
La presidenta ha intentado aprovechar la agresión para enviar un mensaje claro de que tal comportamiento es inaceptable. Ha explicado por qué decidió presentar cargos contra el hombre ebrio; utilizó su influencia para presionar a los estados que aún no tipifican el acoso sexual como delito; y habló sobre la necesidad de facilitar a las mujeres la denuncia de estos delitos.
Pero casi de inmediato, sus opositores políticos la acusaron de usar el incidente para desviar la atención de otro problema acuciante en México: la violencia política. El fin de semana anterior, un alcalde popular del estado occidental de Michoacán fue asesinado a tiros en público durante las festividades del Día de Muertos. Se estaban produciendo protestas contra la violencia en varias ciudades del estado y Sheinbaum se encontraba bajo presión para ofrecer nuevas soluciones a la persistente violencia en México.
Los políticos de la oposición llegaron incluso a sugerir que su agresión fue “un montaje” para cambiar la narrativa.
Ceci Flores, líder de un colectivo de familiares que buscan a seres queridos desaparecidos y que ya ha tenido enfrentamientos con el gobierno, escribió con amargura en X que “a nuestro presidente solo le bastaron unos metros fuera del palacio para convertirse en víctima. Ese es el México que todos vivimos a diario: si tenemos suerte, nos agreden; si no, nos matan o nos desaparecen”.
“Una distracción política”
El senador Alejandro Moreno, líder del opositor Partido Revolucionario Institucional, condenó la violencia contra las mujeres, pero al mismo tiempo acusó al partido Morena de Sheinbaum de utilizar el incidente como una “distracción política” del asesinato del alcalde.
El alcalde de Uruapan, Carlos Alberto Manzo Rodríguez, fue asesinado el sábado pasado por un joven de 17 años que falleció en el lugar de los hechos, en lo que las autoridades calificaron como un complot del crimen organizado. El miércoles, su viuda se reunió con Sheinbaum en el Palacio Nacional y posteriormente juró el cargo para completar su mandato.
El martes, Sheinbaum caminaba desde el Palacio Nacional hacia el Ministerio de Educación para una reunión cuando se detuvo a hablar con algunos ciudadanos. Un video mostró que, de espaldas a ella, un hombre visiblemente ebrio la rodeó con el brazo, la tocó y se inclinó para besarla.
La mañana anterior a su agresión, Sheinbaum había anunciado un nuevo plan de seguridad para Michoacán que incluía el envío de más tropas, pero también redoblar los esfuerzos para abordar las causas profundas de la violencia.
Moreno se mostró suspicaz y pidió un análisis “en profundidad” de Sheinbaum, afirmando que “podría tratarse de una gran trampa para generar una distracción y así evitar que la opinión pública siga hablando de lo que realmente está hablando: los asesinatos, la narcopolítica del gobierno, el pacto con el crimen organizado”.
Ricardo Anaya, excandidato presidencial del opositor Partido Acción Nacional, expresó su solidaridad con Sheinbaum, pero instó al gobierno a estudiar los protocolos de protección presidencial. "¿Si no pueden garantizar la seguridad del presidente, cómo van a garantizar la seguridad del país?", preguntó.
El asesor político Javier Rosiles Salas afirmó que la oposición está intentando “combatir el fuerte discurso del gobierno”, que beneficia a un presidente ya de por sí muy popular. “La oposición de este país es débil”.
Otro caso de revictimización
María de la Luz Estrada, directora del Observatorio Ciudadano Nacional sobre Feminicidio, una organización no gubernamental que lucha contra la violencia de género, consideró las insinuaciones de que Sheinbaum estaba utilizando la agresión con fines políticos como un ejemplo notorio de cómo las mujeres que sufren este tipo de agresiones son revictimizadas por las autoridades. Con frecuencia, estos delitos no se denuncian porque la policía y la fiscalía desestiman las denuncias o interrogan a las víctimas.
“Siempre se trata de menospreciar y no de intentar comprender lo que sucedió”, dijo Estrada.
Con eso en mente, Sheinbaum presentó el jueves un plan para lograr que el gobierno responda mejor al abuso sexual, tratando de que los estados armonicen sus leyes y sanciones para este delito y lanzando una campaña para instar a las mujeres a denunciar tales agresiones.
Sheinbaum dijo que quiere que las mujeres mexicanas “tengan una forma de denunciar que sea ágil, rápida y que permita a las autoridades realizar una investigación que conduzca a arrestos”.








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