Unimagdalena inaugura el Centro de Escucha y refuerza el cuidado de la salud mental universitaria
- en97 lactam
- 21 nov
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El Centro de Escucha de la Universidad del Magdalena abrió oficialmente sus puertas como un lugar destinado al acompañamiento emocional y al bienestar de la comunidad académica. Este nuevo servicio forma parte del Proyecto de Fortalecimiento del Programa de Atención Psicológica-PAP, financiado por el Ministerio de Educación Nacional a través de la convocatoria “Estrategias para promover la permanencia en Educación Superior”, en el marco del CONPES 4122 y el Contrato de Préstamo No. 5850/OC-CO.
El Centro dispone de dos áreas de atención: una ubicada en el primer piso del bloque Sierra Nevada Sur y otra en el primer piso de Ciénaga Grande Sur, diseñadas para ofrecer un acompañamiento libre de estigmas y actos discriminatorios. La atención se presta de lunes a sábado y está dirigida a estudiantes, profesores, funcionarios y contratistas de la institución.
Durante la apertura, 26 estudiantes y una docente recibieron sus chalecos como Facilitadores de Salud Mental, luego de culminar el curso “Ecosistemas en Atención Primaria en Salud Mental en el Contexto Universitario”. Su labor será esencial en el apoyo que brindará el Centro mediante la escucha activa, la orientación y la ayuda sensible a quienes lo necesiten.
La doctora Carmen Caballero Domínguez, docente de planta del Programa de Psicología y directora del proyecto, resaltó que esta propuesta representa un avance significativo en el compromiso institucional con la salud mental y la permanencia estudiantil.
“Esta es una iniciativa que fortalece y se articula con todas las estrategias de permanencia y prevención de la deserción que el rector Pablo Vera Salazar ha venido consolidando durante su gestión. Cada vez encontramos que las acciones dirigidas al bienestar integral están resolviendo necesidades psicosociales en los estudiantes y en la comunidad en general”, afirmó.
Por su parte, Kenny Otálora Camacho, coordinadora del Grupo Interno de Trabajo de Permanencia y Acceso a Educación Superior del Ministerio de Educación Nacional, expresó su satisfacción frente al impacto alcanzado por la Universidad.
“Me siento profundamente sorprendida y agradecida con toda la comunidad de UNIMAGDALENA, porque este proyecto no solo involucra a los estudiantes, sino también a docentes y administrativos. Trabajar por el bienestar no es responsabilidad exclusiva de las áreas de Bienestar; el bienestar es de todos”, subrayó.
Asimismo, destacó que la experiencia demuestra que es posible construir comunidad desde la empatía: “La Universidad del Magdalena ha demostrado que es posible articularse, que se puede trabajar en equipo, que los estudiantes desde su propio rol acompañen y apoyen a sus compañeros, que sean esa primera escucha”, manifestó.
Entre los nuevos facilitadores, Luisa Fernanda Sanguino Arteaga, estudiante de quinto semestre de Psicología, compartió la emoción de participar en este proceso. “Fue una experiencia maravillosa donde conocimos a muchas profesionales que nos brindaron conocimientos, nuevas capacidades y habilidades. Logramos aprender muchísimo”, relató.
Conmovida, agregó que más allá de la formación académica, el proyecto creó lazos de apoyo y compañerismo: “Se formó una familia, un espacio donde todos podemos contar con todos, y realmente es increíble. Estoy muy feliz”.







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