Los correos electrónicos de Epstein revelan vínculos duraderos con figuras influyentes incluso después de su condena por delitos sexuales.

Para cuando Jeffrey Epstein se declaró culpable en 2008 de solicitar los servicios de una menor de edad para prostitución, ya había consolidado una enorme red de amigos ricos e influyentes. Los correos electrónicos publicados esta semana demuestran que el delito no disminuyó en absoluto el deseo de esa red de mantenerse conectada con el multimillonario financiero.

Miles de documentos publicados el miércoles por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes ofrecen una nueva perspectiva de cómo fueron las relaciones de Epstein con ejecutivos de empresas, periodistas, académicos y figuras políticas durante una década.

Comienzan con los mensajes que envió y recibió alrededor de la época en que terminó de cumplir su condena en Florida en 2009 y continúan hasta los meses anteriores a su arresto por cargos federales de tráfico sexual en 2019.

Durante ese tiempo, la red de contactos de Epstein era ecléctica, abarcando todo el mundo y diversas afiliaciones políticas: desde el académico liberal Noam Chomsky hasta Steve Bannon, aliado de larga data del presidente Donald Trump.

Algunos se pusieron en contacto con Epstein para apoyarlo durante las demandas y los procesos judiciales; otros buscaban contactos o consejos sobre todo tipo de temas, desde citas hasta precios del petróleo. Uno incluso le consultó sobre cómo responder a las acusaciones de acoso sexual.

Epstein fue acusado de tráfico sexual en 2019 y se suicidó en prisión un mes después. Sus crímenes, sus conexiones con personas influyentes y su suicidio en la cárcel han convertido el caso en un imán para teóricos de la conspiración e investigadores aficionados en internet que buscan pruebas de un encubrimiento.

Los correos electrónicos no implican a sus contactos en esos presuntos delitos. En cambio, describen la influencia y las conexiones de Epstein durante los años en que estuvo registrado como delincuente sexual.

Epstein mantenía una red política diversa

Epstein enviaba correos electrónicos a figuras políticas, tanto actuales como antiguas, de todos los bandos, adjuntando recortes de noticias y comentando estrategias o chismes, a menudo en correos electrónicos cortos y entrecortados, plagados de errores ortográficos y gramaticales.

En varios correos electrónicos de 2018, Epstein aconsejó a Bannon sobre su gira política por Europa ese año, después de que Bannon le reenviara un recorte de prensa que indicaba que los medios alemanes subestimaban a Bannon y que seguía siendo “tan peligroso como siempre”.

“Me encanta”, respondió Epstein.

Epstein escribió que acababa de hablar con “uno de los líderes del país que habíamos comentado” y que “deberíamos elaborar un plan estratégico… ¡qué divertido!”.

Varios meses después, Epstein envió un consejo: “Si vas a jugar aquí, tendrás que pasar tiempo; jugar a Europa a distancia no funciona”.

“Es factible, pero requiere mucho tiempo”, continuó Epstein en un correo electrónico posterior, “hay muchos líderes de países con los que podemos organizar reuniones individuales para usted”.

Apenas unos meses antes, Epstein había insultado a Trump —cuyo movimiento representaba Bannon— en correos electrónicos dirigidos a Kathryn Ruemmler, exasesora legal de la Casa Blanca durante la presidencia de Barack Obama.

Ruemmler envió un mensaje a Epstein en el que calificaba a Trump de "repugnante". Una parte de ese mensaje fue censurada, pero Epstein respondió: "peor en persona y de cerca".

En otros correos electrónicos con Ruemmler, Epstein detalló un torbellino de personas conocidas con las que parece haberse reunido, a las que había recibido o con las que había hablado esa semana, incluyendo un embajador, un gigante tecnológico, empresarios extranjeros, académicos y un director de cine.

“Eres un invitado bienvenido en cualquier lugar”, escribió.

Jennifer Zuccarelli, portavoz de Goldman Sachs, donde ahora trabaja Ruemmler, declinó hacer comentarios.

Los círculos sociales adinerados de Epstein

El financiero intercambiaba correos electrónicos con frecuencia con personas de las altas esferas de la riqueza mundial, facilitando presentaciones y conversando sobre política y asuntos exteriores.

Entre ellos se encontraba Peter Thiel, inversor de Silicon Valley, a quien Epstein envió un correo electrónico en 2014 diciendo: “Eso fue divertido, nos vemos en 3 semanas”.

Cuatro años después, Epstein le preguntó a Thiel si estaba disfrutando de Los Ángeles y, después de que Thiel dijera que no se podía quejar, respondió: “Ven a visitarme al Caribe”. No está claro si Thiel alguna vez respondió.

En correos electrónicos con Sultan Ahmed bin Sulayem, un empresario emiratí, Epstein elogió a Bannon, diciendo en 2018 que “Nos hemos hecho amigos, te caerá bien”.

—A Trump no le cae bien —respondió Sulayem.

Un año antes, Sulayem le preguntó a Epstein sobre un evento al que parecía que asistiría Trump, preguntándole: "¿Crees que será posible estrecharle la mano a Trump?".

“Llámenos para hablar”, respondió Epstein.

En enero de 2010, el inversor de capital riesgo en biotecnología Boris Nikolic asistía al Foro Económico Mundial anual en Davos, Suiza, y Epstein le envió un correo electrónico preguntando: "¿Se lo pasó bien?".

Nikolic respondió que se había reunido con “tu amigo” Bill Clinton, así como con el entonces presidente francés Nicolas Sarkozy y “tu otro amigo”, el príncipe Andrés, “ya ​​que tiene algunas preguntas sobre Microsoft”.

Pero entonces Nikolic dijo que estaba harto de las reuniones. Más tarde, le escribió a Epstein que «sería genial que estuvieras aquí». Mencionó que había coqueteado con una mujer de 22 años.

“Resulta que está con su marido. No tuve oportunidad de conocerlo. Pero como ya dijimos, todo lo bueno se alquila ;)”, escribió Nikolic.

Epstein mantuvo contacto con académicos.

Entre ellos se encontraba el físico teórico y cosmólogo Laurence Krauss. En 2017, Krauss contactó a Epstein por correo electrónico para pedirle consejo sobre cómo responder a un periodista que escribía un artículo sobre las acusaciones de acoso sexual en su contra.

“¿Es esta una respuesta razonable? ¿Debería siquiera responder? Me vendría bien algún consejo”, preguntó Krauss a Epstein.

En un intercambio explícito, Epstein le preguntó a Krauss si había tenido relaciones sexuales con la persona en cuestión y luego le sugirió que no respondiera al periodista.

—No. No tuvimos relaciones sexuales. Decidimos que no era buena idea —respondió Krauss, quien previamente ha negado todas las acusaciones de acoso y agresión sexual.

En un intercambio de correos electrónicos de agosto de 2015, Epstein le dijo a Chomsky, el famoso lingüista y científico social, que solo volara a Grecia si se sentía bien, bromeando que anteriormente había tenido que enviar un avión para que otro “amigo izquierdista” viera a un médico en Nueva York.

En ese mismo intercambio, que abordó argumentos académicos sobre señales de alerta en caso de colapso monetario, modelos de ciencias del comportamiento y macrodatos, Epstein ofreció sus residencias para que Chomsky las utilizara.

“Por supuesto, puede usar APT en Nueva York en su nuevo tiempo libre, o visitar Nuevo México nuevamente”, escribió Epstein.

Los correos electrónicos también muestran que Epstein mantuvo una relación amistosa con Larry Summers, quien fue secretario del Tesoro durante la presidencia de Bill Clinton y expresidente de la Universidad de Harvard, y bromeó sobre la carrera presidencial de 2016 y Trump.

Otros correos electrónicos revelaron una relación más estrecha. En 2019, Summers hablaba de sus interacciones con una mujer y le escribió a Epstein: «Le pregunté qué estaba haciendo. Ella respondió: "Estoy ocupada". Le dije: "Qué tímida eres"».

Epstein respondió: “Reaccionaste bien… el enfado demuestra preocupación, y no quejarte demuestra fortaleza”.

Summers emitió un comunicado diciendo que tiene “grandes remordimientos en su vida”.

“Como ya he dicho anteriormente, mi relación con Jeffrey Epstein fue un grave error de juicio”, decía el comunicado.

Chomsky, Thiel, Bannon, Krauss y Sultan Ahmed bin Sulayem no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios, que se enviaron a través de las direcciones de correo electrónico disponibles en sus propios sitios web o en los de sus organizaciones.